Misteriosa Dama

¿Dónde estás misteriosa dama de negros vestidos?
Te sueño tendida durmiendo entre algodones
Con la seda de tu pelo cubriendo las laderas de tus pechos
Y el viento atravesando un ventanal de oro
Acariciando tu espalda de blanca platería.


Yo juego a correr por tu cintura como un ciervo
Cuando el sol aparece timorato por el horizonte,
Te miro, te beso en el más profundo silencio,
Me fundo como un copón de nieve en el verano,
Y me apodero de tus manos vertiéndolas en mí.


¿Dónde estás dama grandes ojos de uva negra?
Creces como flor en un paisaje extraño,
Te abres al cielo, te acurrucas a la noche,
Y te pierdes bajo la niebla de un país lejano,
Mientras yo vacío mis manos en este papiro.


No piensas en el sol que te ama tanto,
Que te sigue sigiloso escondido tras la nubes de primavera,
Que te busca y consigue alguna vez decirte algo,
Esperando que tu interés por verle naciera
Tras las montañas de este puerto amado.


¿Llegaras mañana sobre mi mesa vacía de tiempo?
Tal vez puedas leer las cartas de amor al cielo,
Importa cuántas lunas tiene ese planeta de piedra
Si con su fría alma logra adornar tu rostro
Pintando de amor tus ojos y tu boca de pasiones.


Si algún día estos versos tomas en tus manos,
Abrásalos hasta dejarlos tatuados en tu piel,
Impregna tu cuerpo con los pétalos de sus rosas
Escritos para siempre desde un rincón taciturno,
Guárdalos hasta que la muerte nos separe con su hiel.