domingo, 26 de octubre de 2014

La música de mi piano



Como me enamora tu espíritu dulce,
Tus notas amarradas al viento
Que consumen los tiempos y los abismos
Arrastrando la fatiga y egoísmos
Que como lava roja sobre mis venas siento.


Te has transformado en la esencia vital,
Que mueve mi vida cuando despierta el alba
Con suavidad velada acaricias sentidos
Reposando en el alma los sonidos
Entre cuerdas sobre la profunda calma.


Abrazas el aire con tu seda delicada,
Mi alma errante en un mundo azul
Y mientras el olor de la tierra mojada
Crece entre los musgos y una hoja delicada
Tomo la nostalgia que guarde en un baúl.


Das tu alma misteriosa y tranquila,
Como la noche muda da sus estrellas
Como mar de plata su brisa salada

Como un ave azul su canto de hada
Marcas sobre mi arena tus huellas.


Te siento una y otra vez cada jornada,
Naces desde el centro como una flor alada
Te cuelas en mí como un suspiro agudo
En momentos cuando solo y mudo
Una nota grácil en mi queda encarnada.


Música de piano que viaja hacia ti,
La invoco con tus ojos en el silencio nocturno
Escribo con teclas de marfil tus poesías
Todos los tiempos con todos sus días
Solo en mi sala como un loco taciturno.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Naciste Otoño



Naciste otoño,
Entre el calor y el frio polar
Como crisálida abriste tus alas
Llegando desde tanto y tantos
Sencillamente repartiendo colores
Sobre los parques y sus banquitas.


Misteriosamente te arrimas
Apareces desde el centro
De la tierra misma
Te abres al cielo con tus manos
Recibes el viento y arreboles
Y tiñes las hojas verdosas
Con el rojo de tu sangre
Estas lleno de melancolía
En cada esquina, en cada hora,
En cada suspiro efímero de las aves
Y en cada hoja caída sobre la acera.


Otoño creces entre las ramas
Y traes suavemente el viento del sur

Para completar las horas perdidas
Te mezclas tan delicadamente
Entre la verde vida y el azul profundo
Abres ventanas del cielo eterno
Para que estrellas caigan suavemente
Sobre calmadas lagunas nocturnas
En momentos de clara luna
Cuando necesito ver más allá


Seduces y desvistes los árboles
Abrazando sus cuerpos erguidos
Con tus brazos de muda paz
Besas las musas en las plazas
Y en las avenidas rompes suspiros
Moviendo mariposas inquietas
Sobre mis hombros arropados
Y sobre mi sombrero de copa.


Otoño te llamaron desde siempre
Te cubriste de vida roja
Y compartiste tu nostalgia
Conmigo y mi cuaderno
Cuando la tarde cayó
Una vez más sobre esta ciudad.

domingo, 5 de octubre de 2014

Mi cuidad



Si pudieras convidarme de tus casas,
Esas luces, esas avenidas de historia,
Consumidas entre tanta lluvia y nieve atada.
Tomaría tus alas de hierro eterno,
Acabaría por fundirme con esas olas de sal,
Con ese balanceo de los barcos,
Que esperan en el puerto sin cesar.


Tus brazos de piedra extendidos,
Empapados por llantos de tantos,
Que vivieron y nacieron con tu alma,
Con tus tierras con tus flores de primavera.
Tus brazos vigilados por soldados,
Por metrallas y cañones orgullosos,
Que viven congelados en tu pecho,
Eternamente atados por tu mar.


Remontas el tiempo pasado,
Lo mezclas con la sangre del cielo,
Que se esparce por otoños y veranos,
Sobre parques y colinas cansadas.
Si pudiera robarte un suspiro alado,
Escribir mis versos en tus rocas,
En tu puerto vestido de ballenas,
Y hielos eternos gobernantes polares,
Que visitan de vez en cuando,
Tus ventanas y tu historia presente.


Tu fuerza vuelve desde el centro,
Como una fragancia evaporada,
Me amarras a tu seno desvestido,
Me revives con tus calles inclinadas,
Con tus playas de rocas esparcidas,
Con tus caderas adornadas,
Por luces de ventanitas al mar.


Te vuelves verdad pura y duradera,
Te vuelves desde el misterio,
Hacia el profundo verde océano,
Y me recuerdas lo que vivo,
Lo que siento estando frente al viento,
Que no deja de soplar y golpear,
Tus costas y tus aceros oxidados,
Y tus historias de guerra y paz.

Tarde en la playa



Salí por la tarde a perderme
Con la música abundante
Del toque del mar sobre las rocas
En la playa de piedritas de colores
Y gaviotas surcando el mar.


Me sumergí entre las olas
Saladamente doradas por el sol
Entre las nubes efímeras
Que salpicaban el cielo
Encendido por la calma.


Con mis sentidos libres
Abrace unas estrellas perdidas
Atrapé el sonido del viento
Lo guardé en el morral
Para sonreírle al tiempo


Donde estabas este día
Esperaba compartir mi verdad
Aguarde hasta ver la luna
Esparciendo su plata en el mar
Donde estabas este día.


Estuviste alguna vez lo se
Recuerdo salimos a robar caracolas
Con nuestras manos fundidas
Con nuestras pisadas perdidas
Hacia donde queríamos.


Hoy solo salí a perderme
Casi esperando me encontraras
Pero me quede congelado
Mirando el tiempo pasar
Y mis manos caer al suelo.


Todo en calma sobre al agua
Todo menos mi mente
Que vuela lejos como cometa
Aún más y más entre más pienso
Hasta donde puedas estar.


Se hizo tarde pronto
Se hizo inmenso el negro cielo
Y volví pensando cuanto
Había pasado desde ese momento
Volví pensando en ti.

sábado, 4 de octubre de 2014

Escribiendo



Desesperadamente escribo los versos de mí
Escribo suspiros y rojas hojas de otoño
Escribo un café y una tostada en la mesa
De la mañana más fría escrita en este año
Como el viento rodeo tu pelo rebelde
Desatando mi pluma sobre el papel gastado


Escribo consumido por los sentidos
Con el alma arrancada por la rojez de tu boca
Escribo versos abarrotados de esperanza
Viajando hacia astros lejanos y sinceros
Como sabiendo que lees mis venas abiertas
Escribo hacia la noche y hacia el cielo.


Escribo con el suave levantar del sol
Cuando tus ojos dormidos no saben de caricias
Y tus manos quietas guardan mariposas
Escribo mirando la blancura del blanco
La negrez de tu negro pelo sobre la almohada
Escribo esperando despiertes sobre estos versos


Escribo entre el día y la noche de otoño
Susurrando silencio y un sueño ataviado
Escribo tras los pasos de un fantasma
Tras la tiranía de ser distinto y bizarro
Escribo todo y nada al mismo tiempo
Como un silbido en un desierto abrazado.


Escribo escondido tras una cortina
Mirando el mundo en silencio absurdo
Arrancando flores para ti en secreto
Escribo mirando en mis sueños tus ojos
En mi cuidad y en mi colina de colores
Escribo convencido que el cielo es sincero

Señora

Ahora solo en este frio mundo Extrañando los campos verdes Y el cielo claro de tus ojos negros Se me vienen al alma sus versos Su infinita p...