El avatar de una vida escueto en el silencio,
Te he mirado hoy por la mañana musa mía
Sentí la cercanía de tu piel con la memoria de mis manos
Nos hemos abrazado tanto bajo este clima
Tormentas, nieve y hielo sacudiendo la casa tímida
Después, los arreboles que inundan el cielo
Y la contemplación de tu rostro pacífico, y un beso.
La tiranía del desvelo me acompaña esta noche
No sin dejarme volar por las penas de la tierra
Árboles descendientes del oculto canto de sirenas
Alzan sus brazos el blanco invernal aliento isleño
Se desangra la risa desparramando la sal en el suelo
Las rocas serán golpeadas nuevamente en estos días
Debemos prepararnos para el descaro y la insolencia
Nada me mueve más a ti que tu amor a mi locura.
Yo sigo creyendo en las flores como mi primer suspiro
Como en tu beso en mi mejilla, el que conquisto mi alma,
Sigo creyendo en el sonido de la esperanza al rozar los arboles
Y en el florecer de las flores en la exquisita primavera
Aunque los carámbanos me traen una fría nostalgia
Sigo mirando lo invisible a los mortales sudorosos
Sigo mirando tus ojos de cristalino marrón topacio.
