Ema

Ema
Tu nombre es poesía
Inunda las vertientes cristalinas
De mi vida en los atardeceres del norte
Me atas a tus manos
A tus caderas
Al secreto de tus ojos negros
Me llenas de amor sincero
Mientras esperas por mí
Cada tarde de primavera

Tu nombre es
el motor de mi vida
El encanto sagrado
Del sol preparándose
Para descansar bajo
Su sabana de plata
Tu nombre
Es el perfume que me lleva
Que me embruja
Y roba mi razón
En el silencio desesperado
De querer tenerte cerca

Ema,
Tu nombre es
El rojo de este otoño
Y el calor de mi verano
Es la dimensión inquieta
La santidad revelada
Es la sonrisa
Es el deseo
Tu nombre es todo
Mi futuro
Y mi pasado
Es mi presente
Sangrando en la tierra
Caminando solitario
Mientras espero tu presencia

Ema,
Tu nombre es todo

Soneto de un enamorado

Yo te miro y me enamoro
Como el mar se enamora del sol poniente
Así me enamoro de ti consiente
Que dependo de ti y por eso te implore

Que no alejes tu mano dulce de mi cabello
Que de invierno se tiñe lentamente
Y tu beso viva siempre presente
En mi cuerpo como omnipresente sello

Vivirán en tu pecho versos escritos
La marca del reencuentro sobre la frente
La muerte del desamor y sus mitos.

Yo te miro y me enamoro de tu poesía
Me sumerjo en tus ojos negros cada noche
Me lleno el alma de tu simple alegría

Sobre todo

He escrito a tanto en mi vida
A los campos verdes del sur
Y a la niebla que abraza esta tierra
Al color derramado en las calles
Y el sol desde la vieja colina
A las manos de mis hijos
Y al amor infinito de mi madre

He escrito a los calcetines tendidos
A las bicicletas dormidas
En los rincones de la cuidad
A las fachadas, a las ventanas
A las mujeres que vienen y van

He escrito al futuro y al amor
A la muerte, y a la vida
A la luna gobernando la noche
Y las estrellas mimosas
Como sus sirvientas de luz

He escrito a lo humano
Y a lo perverso
A la miseria que nos quema
Y a la mano que nos ama
A la sonrisa de un niño
Y al canto de un hada

Y sobre todo he escrito
A tus ojos negros
Y tus manos blancas
A tu amor perfecto
Y mi amor por ti sin traba
A tu sinceridad
Y la delicia de tu boca
Al misterio que nos une
Con un lazo de felicidad
A tu sonrisa y tus mejillas
A tu pelo libre al viento
Y a tus caderas adornadas
Con corales de seda