lunes, 14 de julio de 2014

Herida



¡Que herida me ha dejado el destino!,
Me ha quemado el alma con su aguijón de fuego,
En los momentos cuando casi no pensaba,
Se atravesó esta tormenta de arena negra,
Cubrió mi mente como una nube cruel,
Y robo el suspiro que guardaba bajo mi almohada.


Si se fueran los cuervos de esta tierra,
Me comen el pecho con tanta desidia.


¡Que herida me ha dejado ese día!,
Tanto es un instante que se hace eterno,
Vuelve a mí como un sarcástico cuento,
Transformando el rojo en marrón,
Como esporas de pena envenenada
Me rodea y rompe las nubes en llantos.


Si este tiempo se acallara como tu amor,
No habría tanto que escribir y morir.


¡Que herida me ha dejado su boca!
Se quiebra el sol y se caen estrellas
Los reflejos son opacos y su voz
Desde lejos amarga las semillas y la tierra,
Candelabros apagados, gotas sobre la acera,
Llantos y flores, moribunda esperanza.


Si todo el mundo llorara conmigo,
Si alguno solamente entendiera.

sábado, 12 de julio de 2014

Gotas de lluvia



Caen estas gotas borrascosas al suelo virgen,
Escondidas entre el grisáceo pálido espacio,
Como pecas sobre una cara inmensa de hielo,
Aparecen y consumen el silencio desolado.
Gotas que inundan mis mejillas resbalosas,
Que impregnan el tiempo con sal y algodón.


Desde distancias que desconozco, ingenuamente,
La sal de plata apaga lentamente el crisol,
Olor de tierra, emergente entre el vaho,
Destino de su alma crecer entre hierva de sol.
Estruendosas gotas, pequeñas hormigas
Todo un mundo cambia bajo el nubarrón.


En carreras sobre el vidrio inerte
Enjambre de insectos, inquietos, desconcertantes
Indomesticados viven por siglos infinitos,
Y en un instante se vuelven eternos.
Todo pasa tan deprisa como el viento
Como tus ojos tras el cristal de acero puro.


¡Es tan corta la vida para no enamorase!
Y estas gotas derramadas sobre mi camisa,
Melodiosas sinfonías, llanto de las musas
Todo en un todo, la nada es olvidar que existen,
Cálidas sobre mi humedad desolada
Acarician el sentido de mi sensibilidad.


Llanto de estrellas que sufren por ti,
Mestiza de frente amplia y manos limpias,
Todo es tan cruel sin tus suspiros por la tarde,
Y estas murrias gotas sobre mi sobrero negro.
Desatado el abismo de los sapos y duendes,
Historias románticas de cantos y fogatas.


Caen gotas sobre la tierra inmaculada y serena
Caen son suavidad y furia desatada,
Caen y golpean el alma, las venas y los sueños

Caen sobre mí, sobre el mar y sus sirenas
Estas gotas de sal y carbón de piedra
Lluvia angustiosa en un días más sin ti.

Señora

Ahora solo en este frio mundo Extrañando los campos verdes Y el cielo claro de tus ojos negros Se me vienen al alma sus versos Su infinita p...