Lejos

Extrañarte ha sido mi desvelo,
Escuchar tu inquieto corazón en el silencio,
Y tus ojos mirandome como una flor enamorada
Mientras tus dedos se pierden en los míos.
Es cuando en el espacio vacío
Los pasos de la angustia me alcanzan,
Y presionan el pecho con su tiranía
Por las tardes blancas y misteriosas
De esta primavera extraña.

Y me alejo de la frialdad de las cosas
Solo para acercarme en mis sueños a ti
Y tocar la tela que resbala por tus caderas,
Haciendo inmortal los momentos
Que se escurren entre los minutos
Para transforma la soledad en destino,
En amor agitado derramando caricias,
Y con ese mágico toque que tienes
De volver la tristeza en poesía,
Me llevas de la mano hacia tu secreto,
Me dejas correr como un rio
Que besa tus sentidos
Hacia el ocaso de un sol,
En una tarde perdida en el tiempo.

Si no puedo tenerte cuando quiero,
Solo me llena el alma saber que,
En todos los senderos, por muy fríos,
El hielo se funde con tu reflejo
Y mi alma se vuelve hacia los versos,
Y la música que nace entre ellos.
Si no pudo decir, te quiero a tus oídos,
Si no puedo amarte en el campo
Como un lejano forastero,
Solo me queda pensar que aun así,
Desde esta roca lejana,
Estoy colgando en tu cuello
Como un talismán de amor
Que quema cuando piensas
En los besos que te di,
Cuando todo era para nosotros,
Perfecto.