Renacimiento

Se acabó el invierno que nos congelaba
Se disipa la niebla que borro la tierra
Como un canto de primavera esperaba
El día final de esta sangrienta guerra

Termino,
El camino espinoso que rasguñaba las almas
El silencio del grito que algún día mató
La ennegrecida mirada detrás de las palmas
El gélido conjuro que la risa aplastó.

El tiempo
Desojadas horas tras las cortinas
Mustios segundos confinados
A seguir su tic tac entre las ruinas
A vivir una existencia negados

Los años,
Fueron los siglos secos y despiadados
Fueron el llanto de las flores encantadas
Consumidos momentos manchados
Por el odio y la rabia en tierras sagradas

Se acabo,
El palpitar de los ojos de cristal
La amargura de vivir soñando
El dolor empapado en la sal
El cansancio del alma gritando

Despertara
Al cielo azul la esperanza viva
Al manto nocturno la estrella de plata
De su sueño profundo la luna primitiva
Para acariciar las velas mi fragata

Se ahogarán
Las gotas que cayeron desnudas
Sobre los recuerdos que atormentan
El sinnúmero de letras agudas
Que las rabias oscuras frecuentan

Nacerá
De nuevo la poesía de las cosas
Entre los matorrales de las angustias
Se forjarán en silencio mil nuevas prosas
Dando vida las colinas mustias.