Hemos estado
ojeando el libro añejo,
Hemos
conversado de la vida, del futuro.Me has dado la sorpresa de un suspiro,
Y yo, en silencio, he esperado con mesuro.
En oscuridad
has visto mis ojos,
En silencio
a la distancia mis manos.Discutir sobre miles de temas para otros absurdos,
Para nosotros es lo venial en este espacio diáfano.
Dos preguntas en la sopa de esa noche,
Me amas? aun en la lúgubre niebla?.
Los pasos en este valle de invierno sigilosos,
Dame la mano, la rama del árbol con la nieve se quiebra.
Un minuto de
insomnio, a tres horas de haberte besado,
Y la
distancia de la tierra la luna de queso.Vemos lo pequeños e inmediatos que somos
En este mundo de hormigas y hormigueros.
En el
concierto intenso del silencio absoluto,
Las notas de
mi guitarra se transforman completamente,En tu rostro apareciendo entre las sombras de mi cortina,
Cuando la tarde se camufla del azul a rojo ardiente.
Mírame fijamente te pido hasta emborracharte,
Hasta tocar los micro filamentos de mis venas.
Después de tanto pensar que te pensaba,
He guardado nuestros proyectos en la alacena.
Después de
todo lo resuelto por los sabios,
Los números
atados a una odisea adictiva.Caminar por la vida buscando soluciones,
Intentando que al final la vela siga viva.
A veces siento que el profundo abismo de hielo,
Puede arrebatarnos los deseos más insondables.
Escondidos en el laberinto, pasiones de hierro
Se transforman de súbito en el rojo maleable.
Hemos
conversado de la vida de nuestro futuro,
Mirándonos
pensando que nada nos desgasta.Hasta el alba en sueños flotantes buscando conciencia,
Discutiendo lo simple y huracanado de dos palabras…
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