Ultimo primer día

Le dije adiós a la rosa,
Ella se iba entre la niebla,
Y sabía que su sombra inquieta,
Se iría quizás por siempre.

Calló por miedo sus pétalos
Borro raros pensamientos,
Y no quiso todas las lunas
Ni abrir al cielo su corazón amarillo,
Trato de esquivar la gente,
No dar razón ni encanto.

Fue extraño mirarla allí
Desde el sofá viejo del cuarto,
El viento la quiso seguir,
Y su color de rosa alcanzar,
Y yo quede aturdido así,
Pensando que no volverá.

Le dije adiós y mentí,
Mentí al tiempo que pasaba
Por las cuatro esquinas de la tierra,
Sí, escribía versos al fin,
Sobre la tela azul y el agua,
Y sobre cada gota de lluvia,
La piel seca y descascarada,
Se tiñe con el rojo de la riza
Y con el verde de la vida.

Yo solo espero saber de ti,
Algún día, alguna jornada,
Soy loco, lo debo decir,
No debería escribir rimas aladas,
Pero esa flor debería estar aquí
Creciendo en un alma atada.