Pequeña Valiente

Yo te abrace con mi amor desde el principio,
Cuando como pequeña estrella comenzaste
Dando tu tímido brillo pintando el cielo,
Eres la encantada princesa que alzo su vuelo
Mientras tu llanto indefenso a mi alma regalaste.

Tus manos pequeñas, gotitas de luna plateada
Deditos inquietos que apretaban los míos,
Te mire dulcemente en un frágil segundo
Cuando apenas conocías el color de este mundo,
En aquellos invernales y mustios días fríos.

Y de mi mano recorriste tus nacientes pasos
Que son ahora huellas en mi pecho orgulloso,
Lucecitas tintineantes, tus ojos miraban inquietos
Alrededor de la sala salmón, jugando coquetos
Una tarde encantada de ese Julio lluvioso.

Creciste cerca mío, hermosa mariposa de alhelí
Tus frágiles alas al sol se llenaron de vida
Y siguieron graciosas la cálida brisa costera
Bordando, con el canto mágico de la primavera,
De verde color los álamos de la avenida.

Los años y sus estaciones han pasado de prisa,
Como el agua cristalina que corre bajo un puente,
De la inocencia tu largo pelo negro has cortado
Y tus ojos de perla en tu cuarto has pintado,
Abriendo tus pétalos al sol mi Pequeña Valiente.

A mi hija con amor

¡Qué grande corazón!

¡Qué grande corazón!
Escribes en el papel frio de mi pantalla
Se cuela silencioso en mi existencia
Y me enamora estas noches heladas.

No puedo dejar de mirarlo
Y escuchar su latir intenso
No puedo alejarme solitario
Sin decir cuánto te pienso.

¡Qué grande corazón me has regalado!
Soy tan pequeño cuando lo veo
Te amo, no sabes cuánto lo hago
Es tuya mi alma y cuanto poseo.

Tú serás para mí siempre Poesía.

Si me llamas ladrón de tu alma,
Yo te llamo poesía.
Si suspiras por mi ausencia,
Yo te abrazo en el silencio.
Si tu amor trasciende el mundo,
El mío besa tu recuerdo.
Si lloras por mi ausencia,
Yo la tristeza amarga muerdo.

Si en ese piano vive mi alma,
Tu vives en la melodía.
Si soy una criatura alada,
Tu eres la suave briza.
Si en el silencio me pierdo,
Tú me llamas con tu sonrisa.
Si esta luna se esconde,
Tu rostro alumbra mi vida.

Si nos ven enamorados,
Y se llenan el alma de envidia,
Si se quiebran los cristales,
Y gente queda herida.
Si el murmullo de mi pecho,
Te embruja sin salida.
Si el mundo no comprende,
Lo que es amar sin medida.

Si entre tanto desconsuelo,
Las ropas se vuelven harapos.
Si la muerte acecha la noche,
Y el canto se vuelve amargo.
Si algún día el mundo se apaga,
Y el alba sucumbe al desvelo.
Si todo eso pasara,
En el amor montaremos el vuelo.

Si me llamas compañero,
Yo te llamo reina mía.
Si tus manos tocan mis labios,
Para calmar del alma la herida.
Si mi nombre resuena en tu mente,
El tuyo para mí es sinfonía.
Más allá de mi pasar por la tierra,
Tú serás para mí siempre Poesía.

Destino

No es casualidad vivir el destino
Despertar el tiempo dormido
Tras un largo invernar en la tierra.
Respirar el aroma de la vida
Creciendo en la cintura de la rivera.

La memoria se abre a los años,
Los años imberbes de adolescencia,
Entre las cuerdas de una guitarra
Las canciones llegaban a ella
Como el despertar de la cigarra.

Los minutos se quedaron fijos,
Congelados esperando el suspiro, o tal vez,
El calor de un beso que los reanimara,
No podían vivir eternamente dormidas
Esas caricias que la mentira ignorara.

El miedo ardió en una hoguera,
Como polvo el viento lo llevó al olvido
Después de volverse una gris ceniza.
Al final de ese día, día de brisa costera
Recordé cuanto amaba esa dulce sonrisa.

Hay cosas que no se entienden
Solo pasan y nos dejan perplejos
Como por ejemplo esa luna triste
Que recordaba las totoras al viento
Mientras yo recordaba cuando te fuiste

Hay versos en lo cotidiano,
Hay un lazo que une los cuerpos,
Hay silencios empapados en poesía,
Misteriosas rimas de un encuentro,
Cantos de amor a esos ojos y su alegría.

Amada mía

Amada mía,
quiero que todos sepan
Quiero que te vean tan mía
Quiero que la felicidad abrace
Todas las gentes que viven
Que caminan en la avenida
Quiero que las aves canten
Que las mañanas sean eternas
Quiero que las hojas de otoño
Nos miren al caminar
Que tus manos se fundan con las mías
Que los arboles nos miren celosos
Y gastemos nuestros labios
En los besos que nos damos
Quiero que los niños jueguen
En nuestra compañía
Que yo sea tu poeta
El ladrón de tu alma cada noche
Quiero olvidar tantos años
Envueltos en mentiras
En helados trozos de hielo
Donde mi corazón dormía
Quiero hacer un mundo nuevo
Un parque de armonía
Escribir mil versos
A tus ojos llenos de alegría
Ver quemar las nubes
En los arreboles de primavera
Abrazar tu cintura
Misteriosa siempre mía

Amor tu sabes
Tu eres mía,
Desde antes de vivir
Desde antes de existir
Yo soy tuyo
Soy el hombre que dá
Por ti sin dudar la vida
Soy el compañero del silencio
El que te sigue por siglos
El que soñó caminar contigo
Entre nieblas y praderas

Yo soy el misterio
Que creció en tu pecho
El suspiro que no compartiste
Soy el amante en tus sueños
El amanecer con aroma a sal
Soy el canto suave de un piano
La briza que toca tus mejillas
Yo soy el loco que muere
Cada día después de llamar
Por la noche a la poesía
Soy quien sigue tu sombra
El que cubre tus caderas
Soy quien te ama
Sin palabras y en silencio
Soy yo tu amor
Tu amor eterno.

The Sailor

Look, time goes by and me
I am in this sailboat
Waiting to get the wind
who will bring me
To the shore of the life
The watch make its tic tac
Meanwhile, I see your eyes
mirrors of the infinite
Reflecting the ocean
With its love
Look, I am the Sailor
sailing closer to your hips
I am a pirate
Ready to disembark
To your coast
And take your heart
As my treasure
And keep it forever
In our island of love

Cercanía

Y hora, en esta cercanía
En estos lazos que me amarran a tí,
Raíces que beben
Los sentimientos puros
Minerales en tu tierra virgen.

El crepúsculo rojo
Que nace sobre el mar que duerme,
Lleva los besos a tu boca.
Boca dulce llena de poesía,
Y como un canto alado
Yo llego a ti desde otro tiempo
Para abrazarte
En el misterio de un te quiero perpetuo.

Amor,
Esta locura me invade
Extraño tus ojos fijos
Paseando conmigo
Por las alamedas los sueños.
Veo tu silueta,
Tu caminar tranquila
Al atardecer sobre la costa,
Y los colores
Se hacen vivos y reales
Bajos los arreboles sangrantes
De los cielos que nos separan.

Sí, eres la persona más cercana a mi
Aunque las veredas que camino
Son tan distintas a las tuyas
Aunque las colinas que se rinden al mar
Lo hacen a un mar distinto,
Gélido mar de témpanos
Y azulejos blancos que esperan
La primavera llegar.

Amor,
Soy tuyo y tú eres mía
En la distancia nuestra compañía
No podrán asesinarla
Los vientos ni la soledad.