Señora

Ahora solo en este frio mundo
Extrañando los campos verdes
Y el cielo claro de tus ojos negros

Se me vienen al alma sus versos
Su infinita poesía como una vertiente
Se hace paso entre raíces, rocas
Y tierra que anhela su vida

Yo sereno, pero con mis manos frías
Escucho su respiración mientras usted,
Usted estás ahora tan lejos de mi beso,
Y acá estoy yo,
En una roca luchando contra las olas
Que golpean sin pausa mi cuerpo
Usted frente al agua adornando de amor
Nuestro espacio absoluto y perfecto

Nadie puede ahogar en miedo
Las flores que le doy humildemente
Hay cosas que no mueren y son eternas
Que guardan su aroma en una máquina del tiempo

Si no estoy ahora en su hoguera
Espere el crepúsculo de la mañana
Cuando abramos las alas al sol
Y olvidemos el sabor amargo de estos días

Los árboles dormidos en las calles
El murmullo de la ciudad que se apaga
Los botes que conversando con el agua
Mientras las casas abren sus ojos brillantes
Y este silencio que me grita
Que sin usted no existo en esta tierra.

Mi señora, acepte mi mano una vez mas
Cuando llegue cansado de esta travesía
Siéntese a mi lado sin más calor que el de su alma
Abra mi saco de letras dormidas
Y escuche estos versos que por usted son poesía.