Domingo

Si en un domingo vinieras

Y tocara nuevamente tu pelo,

Abrazara tu cuerpo agitado

Y tus manos revistiera con las mías.

Si tu silueta tocara mi puerta,

Como una briza de verano

Rozaras mi cara con tus manos,

Con tus dedos encantados.

Yo esperare ese domingo

Como tantos domingos te he esperado,

Para regalare mi sonrisa,

Mi música y mis caricias.

Gustaras mis labios

Y yo beberé de tu alma,

Y como en los antiguos tiempos

Los poemas nacerán

Entre las sabanas al alba.

Y ese domingo encantado,

Se vestirá de rojo y pasiones,

Emergerá el amor desde tu pecho

Como el sol entre las olas,

Y yo envolveré tu cuerpo

Para arrancarte ese amor,

Y entregarte mil besos

Con los que cubras tu piel,

Con los que bañes tus sentidos.

Serán tuyas mis manos,

Será mío tu aliento,

Para que cada segundo

Se gasten los labios

Se abran los cielos